¿Sufres porque tus hijos dibujan sobre las paredes? ¿Te olvidas de lo que debes comprar en el mercado? Quizás nunca se te haya ocurrido, pero aquí te presento una excelente solución para estos dos terribles males: una pared pizarra.
Lo único que se necesita es una pared, un rodillo o pincel y pintura especial para pizarras o pizarrones. Elige la pared a pintar y coloca dos o tres manos de pintura sobre ella, dejando secar varias horas entre mano y mano.
Existen pinturas para pizarra de color negro o verde, así que incluso podrás lograr que la pared pizarra no desentone tanto con la decoración del ambiente.
Las paredes pizarra pueden aplicarse perfectamente a un rincón de la cocina – para dejar listas de compra o mensajes – a un playroom, al dormitorio infantil o incluso a un rincón de una sala de estudio, oficina o escritorio.
Información: espaciohogar
Dpto. comunicación Pablo Salcedo
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