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jueves, 3 de marzo de 2011

¿Por qué los buenos empleados se desmotivan?




Muchos gerentes generales y altos ejecutivos de las corporaciones se preguntan constantemente las razones por las cuales sus colaboradores eficientes y de alto rendimiento, de pronto, muestran una tendencia totalmente contraria. 
Según estudios realizados, las situaciones y conductas que más desaniman al personal de una empresa son la falta de oportunidades de crecimiento, el incumplimiento de las promesas y la desigualdad en el trato.

Otros factores que disminuyen, también, el entusiasmo de un trabajador son cuando éste es asignado a un puesto que no le interesa o cuando el estímulo salarial así como el reconocimiento y el estatus son escasos.

Veamos, a continuación, cada una de estas situaciones desmoralizantes en particular.

Promesas inclumplidas

Una situación clásica de promesas inclumplidas es cuando un gerente le dice a sus colaboradores lo siguiente: "Mira, la empresa está creciendo, esperamos contratar personal y los más antiguos podrán ser supervisores". Sin embargo, pasan los meses e incluso los años  sin que nada ocurra.  
Otro caso es cuando le promete un aumento próximo y al llegar a la fecha tope la respuesta es: "Sí, el aumento viene, pero vamos a dejar que pase un tiempo, mira que bajaron las ventas".
Cuando este tipo de excusas se hacen frecuentes, el personal va perdiendo la confianza en las promesas que se le hacen y en las posibilidades en la empresa.

Falta de oportunidades
Una costumbre extendida en los ambientes empresariales y que, tal vez, sea la causante de mayor desmotivación  es la contratación  de nuevo personal externo para posiciones de jerarquía, sin permitir a  los empleados de la empresa opten al  puesto.
El caso contrario es, igualmente, nocivo y es cuando, por ejemplo, el  gerente le pide al supervisor que  acepte para el puesto vacante de director de servicios generales sin tomar en consideración si el supervisor desea o no asumir esas nuevas responsabilidades y luego, para no quedar mal, el supervisor accede sin mucho ánimo.
Exponer a una persona a un puesto que no le interesa le genera frustración, y la empresa pierde su talento en otras labores.
Es importante, para no comerter este error, que antes de promover a un colaborador se evalúe su personalidad. Algunas personas rinden al máximo en un lugar de trabajo aislado, donde tienen menos contacto con otros colegas, pero, si las exponen a puestos de liderazgo donde deben atender personal, probablemente no van a rendir igual.
Por otro lado, si el empleado está genuinamente interesado en ascender, pero no tiene todas las habilidades para el nuevo puesto, es necesario capacitarlo.  
Siempre resulta una buena medida en el ámbito de los recursos humanos tomar en consideración para una posición vacante a los  aspirantes internos (genuinamente interesados por el puesto) y  luego a los externos.  


Falsas expectativas

Un caso clásico de falsas expectativas es cuando se contrata a un aspirante con una hoja de vida impresionante y se le promete: "Usted será el jefe del departamento". El primer día de su trabajo se da cuenta de que el departamento es él y un asistente.

Otra forma fácil de desmotivar a un trabajador involucra decirle: " Aquí está su oficina, y le deseamos éxito en el desempeño de sus funciones”, sin indicarle con claridad cuáles serán sus nuevas funciones

Es  necesario siempre darle un proceso de inducción a una persona que desempeñará una nueva posición en la empresa aunque el trabajador tenga años trabajando allí, ya que es necesario que él sepa con claridad los objetivos del nuevo puesto.

Falta de apoyo y comunicación

Todo empleado necesita acudir a  un supervisor o jefe para ser escuchado en caso de dudas o cuando se requiere corregir alguna situación anormal.

En ocasiones un empleado advierte a su jefe que un proyecto necesita ciertas modificaciones, pero su observación no no es tomada en cuenta y  finalmente el proyecto sale mal.  Incluso es probable que el jefe le diga: "usted no me dijo que esto estaba mal".

Cuando esto ocurre varias veces, el empleado puede desalentarse al punto de cerrarse y decir frases como las siguientes: "para qué le voy a decir que existe un error sino me hará caso”, “no me importa lo que pase".  Por ello,  el trabajador dejará de estar comprometido con el éxito de la empresa y es que ¿Cómo se puede seguir adelante con entusiasmo si nadie lo apoya, nadie lo escucha, ni nadie le intersa sus observaciones?

Reconocimientos vacíos

Los reconocimientos ayudan a que las personas se sientan motivadas en la realización de sus funciones dentro de las empresas.
Sin embargo, es necesario tomar en cuenta la forma cómo se hacen los reconocimientos, no se deben hacer por simple costumbre.   En muchas empresas colocan un cuadro con la foto del empleado del mes en la recepción, pero resulta que siempre es el mismo empleado o el gerente le entrega al empleado su reconocimiento y se toma la foto y después ni lo saluda.

El saber los nombres de las personas, el agradecerles o elogiarlas de manera genuina, es un reconocimiento importante.

Para ti no, para ellos sí

Un ejemplo común de situación desmotivador es cuando una empresa anuncia que ha decidido recortar gastos y que no habrá más aumentos e incluso sólo habrá café en la mañana para los empleados (si se acabó no se hace más).   Sin embargo, se contrata a nuevo personal con altos salarios y se mantienen los privilegios a los ejecutivos internacionales. 

Los empleados percibirán estos detalles como injusticias, y diràn que, para ellos no hay beneficios, pero para los otros sí, lo cual irá enradeciendo el ambiente laboral.

Otro caso es cuando un empleado se queda hasta altas horas de la noche para cumplir con un proyecto, pero al día siguiente llega tarde y se le descuenta automáticamente del salario.

Se requiere que los jefes directos que sí conocen lo que hace cada empleado reconozcan la "milla extra" que da cada uno y eviten que sienta que su trabajo no es reconocido.

En  resumen, es importante que los gerentes y ejecutivos analicen bien sus acciones y consideren a sus subalternos con el fin de evitar matar en ellos la motivación tan necesaria para alcanzar los objetivos de toda empresa.
No tratar correctamente a los empleados

Es importante tratar que un empleado reciba siempre buen trato de sus superiores, esto con el fin de crear en él la motivación necesaria que le permita desarrollar al máximo todas sus habilidades, ponerlas al servicio de la compañía y tratar de mejorarlas cada día más para alcanzar el beneficio esperado.

Perder un trabajador insatisfecho reporta a una empresa no sólo un costo monetario sino la posibilidad de poder aprovechar los conocimientos y aptitudes de una persona a la cual si se le hubiera tratado bien, habría generado múltiples ganancias no sólo en el campo económico sino en el profesional y empresarial.

Bajo ningún concepto se puede humillar o menospreciar a un trabajador porque tendría efectos nefastos para la empresa.

Información: rr-hh web

Dpto. comunicación Pablo Salcedo

4 comentarios:

  1. Buen artículo, Pablo

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  2. Efectivamente estos son errores habituales en el trato con el personal, seguro que con una lectura detallada casi todos los empresarios se ven fotografiados en, al menos, una de las situaciones.
    La solución, evaluación constante de lo que estamos haciendo con las personas, preocupación y comunicación, para conseguir aportar puntos de motivación al equipo.

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  3. Muchas gracias Enrique, tú como buen jefe que habrás sido estoy seguro que habrás sabido obtener los mejores resultados de tus subordinados, no me cabe la menor duda. Supongo que debe de ser una de las tareas más difíciles que habrás desempeñado.

    Querido Sergio, me alegra verte por aquí, te sigo desde hace ya un tiempo a ti y a Gesalmed, lo que apuntas en cuanto a evaluación constante de lo que se hace con las personas lo veo muy acertado.

    Desde luego lo que hay que entender es que todos los integrantes de una corporación debemos remar en la misma dirección y que para que una empresa sea competitiva depende de lo que sus empleados hagan, si no se consigue la motivación del colectivo estamos perdidos.

    Porque ser jefe es fácil pero ser BUEN JEFE no lo es tanto.

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  4. Muy buen aporte. La motivación es algo fundamental en todo trabajador. Un empleado feliz y seguro trabaja mucho mejor y en consecuencia no solo aumenta su productividad sino también la productividad del organismo para el cual trabaja.

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