El proyecto de desarrollo de la primera fase del centro de mantenimiento de aviones de la compañía Cessna Aircraft Company Inc, en el aeropuerto valenciano de Manises, ha recibido tres de las cinco hojas de su certificación con la herramienta verde otorgada por Green Building Council España (GBCe) y obtiene una puntuación relativa de 2,58 sobre un máximo de cinco puntos.
Del total del proyecto, se ha evaluado la parte de la edificación, que comprende las oficinas y talleres, desarrollada en la primera fase y a la cual corresponde una superficie total, incluyendo la plataforma, de 38.435 m2. Aunque en la actualidad hay nueve edificios sometiéndose a este mismo proceso de certificación con la herramienta de GBCe, este proyecto ha sido el primero en obtener el sello oficial verde.
A diferencia de otras herramientas de certificación de edificios, este reconocimiento no solo emite una calificación global expresada en número de hojas, sino que también cuantifica los impactos medioambientales evitados. Así, por ejemplo, el centro de mantenimiento ha conseguido reducir un 18,4% las emisiones de gases de efecto invernadero, un 57% los posibles cambios en la biodiversidad, un 22,5% la generación de residuos no peligrosos y ha aumentado la salud y el bienestar de los usuarios en un 40%.
Proteger el medioambiente
Entre las medidas adoptadas para reducir los impactos en la parcela se han tenido en cuenta consideraciones medioambientales, como la creación de zonas de sombra, la protección de las instalaciones de los vientos dominantes y el respeto y protección del entorno existente. En este sentido, la vegetación incorpora especies autóctonas favorables al clima de la región. Se han adaptado zonas de plantas tapizantes de gran resistencia que demandan muy poca cantidad de agua y se han elegido materiales que evitan el efecto isla de calor.
Desde el punto de vista de la energía y la atmósfera se ha optado por los materiales sostenibles y se han tenido en cuenta aspectos como la composición de sus sistemas de montaje en seco y desmontaje con posibilidades de reciclaje o reutilización al finalizar la vida útil del edificio. También se ha realizado un plan exhaustivo en el tratamiento de los residuos de construcción y se ha utilizado el calor residual de los equipos de climatización para la producción de agua caliente sanitaria (ACS) con la consiguiente optimización del consumo energético.
Menos consumo energético
En cuanto a la calidad y ambiente interior del edificio se ha buscado en todo momento una baja toxicidad de los materiales y el control de la calidad de luz, tanto natural como artificial, intentando mejorar el confort de los usuarios y reducir el consumo energético. El edificio cuenta también con un sistema de control independiente de la iluminación artificial, que ha sido posible debido a que la distribución interior y la geometría del edificio de oficinas favorecen el control de la iluminación por zonas.
La certificación GBCe verde reconoce la reducción del impacto medioambiental del edificio que se evalúa comparado con un edificio de referencia y cuenta con seis niveles diferentes de calificación. asimismo, el edificio de referencia es siempre estándar y ha sido realizado cumpliendo las exigencias mínimas fijadas por las normas y por la práctica común.
Dpto. comunicación Pablo Salcedo
Info Energías renovables
Ojalá estoy sea un gesto ejemplarizante.
ResponderEliminarCurioso artículo.
Pues sí, nosotros estamos valorando la opción de certificar Brisa de Levante con un sello verde.
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